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Realidades
paralelas
El cerebro humano
y la percepción de la realidad
NOTA INSERTADA EL 30 DE JUNIO DE 2021 EN RELACIÓN CON ESTA HIPÓTESIS:
Con posterioridad a la publicación en 2008 del presente ensayo en diversos portales de internet, ocurrió algo que merece ser reseñado.
Este ensayo divulgativo en el que se analizan los diferentes niveles y estados mentales del cerebro humano y la percepción sensorial de la realidad está basado en parte en una experiencia propia del autor y, desde un razonamiento profundo y un punto de vista científico y fisiológico, trata de resolver el enigma de los viajes o proyecciones astrales (esto es lo que pensé que me había ocurrido), las EEC (Experiencia Extra Corpórea) y ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte). El trabajo documental cuyo contenido se desarrolla desde dos visiones diferentes, aporta el análisis desde dos perspectivas relativamente opuestas, una meramente empírica basada en un razonamiento axiomático de las posibles respuestas fisiológicas del cerebro, y otra desde un plano más simbólico o espiritual.
Casualmente, leyendo recientemente el artículo ¿QUÉ ES LA CONSCIENCIA? ¿CÓMO LA CREA EL CEREBRO? de Ignacio Morgado Bernal, descubrí con cierto asombro que un equipo de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo han demostrado (hacia 2014) que basta con desincronizar entre ellos algunos de nuestros sentidos, particularmente la vista y el tacto, para que podamos sentir de modo muy vivo y realista que nuestra mente abandona nuestro cuerpo, se separa de él.
El motivo de mi sorpresa al conocer este dato es que dicho descubrimiento obtenido mediante el método científico coincide y corrobora plenamente con mis postulados y por ello, intentaré ampliar en el futuro la información relativa a esta investigación en la medida de lo posible si consigo contactar con alguna personalidad de referencia en esta área, al parecer, tan resbaladiza.
Tal y como quedó constatado en mi publicación, hacia 2008, en el presente trabajo conjunto con el amigo Jorge Darío y al que decidí titular REALIDADES PARALELAS, explicaba una experiencia extracorpórea que tuve en 1995 fundamentando mi razonamiento precisamente a partir de una posible alteración en la secuencia de desconexión sensorial producida en el tránsito del estado de vigilia al estado de sueño. Para aquellos lectores que puedan dudar, con razón, acerca de mi postura defendida aquí dejo algunas pruebas de estas publicaciones:
• Publicado en Repositorio documental Scribd en 2008:
https://es.scribd.com/document/162630835/realidades-paralelas-percepcion
• Publicado en Repositorio documental Monografias.com en 2008:
https://www.monografias.com/docs115/realidades-paralelas-cerebro-humano-y-percepcion-realidad/realidades-paralelas-cerebro-humano-y-percepcion-realidad.shtml
• Publicado en Repositorio documental docplayer.es en 2008:
https://docplayer.es/81074392-Realidades-paralelas.html
En la actualidad (2021), incluso desde antes de conocer el trabajo del Instituto sueco, ya tenía pendiente exponer mi postura a personas de cierto reconocimiento que al parecer han investigado sobre este asunto tales como la Dra. Luján Comas, Dr. José Enrique Campillo, Dr. Manuel M. Loeches, Dr. José Miguel Gaona y al Doctor Tomás Camacho García, como investigadores y divulgadores de prestigio, alegando que, de forma resumida, UNA ALTERACIÓN EN LA SECUENCIA DE DESCONEXIÓN SENSORIAL (inputs auditivo, visión y tacto) DE NUESTRO CEREBRO DURANTE EL PASO DE LA VIGILIA A LA INCONSCIENCIA (sueño, desmayo, síncope, incluso muerte...) Y LA “CONSTRUCCIÓN CEREBRAL” DE LA REALIDAD, podría explicar estas experiencias habidas y documentadas en todas las culturas desde tiempos ancestrales y que yo mismo experimenté en mi persona hace unos 25 años.
* * * * *
Hace algún tiempo, un buen amigo me
remitió por email una reflexión profunda e interesante
donde las haya acerca de lo que él denominaba "realidades
paralelas" ó niveles.
En su mensaje, este amigo me hablaba
de la existencia de realidades paralelas o niveles en
la vida del ser humano, realidades distintas a las que
conocemos y que pueden alcanzarse en vida mediante técnicas
de hipnosis, meditación, etc. Un mensaje cuyo contenido
transcribo en su literalidad por considerarlo de gran
riqueza y descripción y al que mi buen amigo Jorge titulaba "REALIDADES..."
Tal vez algunos no alcancen a comprender la importancia de este documento, pero en su contenido puede encontrarse una explicación científica y completamente empírica a varios fenómenos considerados paranormales como las proyecciones extracorpóreas, los viajes astrales, e incluso, las experciencias cercanas a la muerte ECM.
Recientemente he retomado la actualización y revisión de los contenidos de esta web, y tengo previsto contactar con científicos expertos y divulgadores para exponerles esta hipótesis que publiqué en esta misma web hace más de 10 años.
"Realidades...
El término "realidad" es
uno de los más difíciles de definir, y esa dificultad
reside principalmente en que la misma está sujeta a interpretaciones,
las cuales suelen ser consideradas verdaderas en función
de una cuestión meramente estadística...
Este breve ensayo se refiere a los
puntos comunes entre la disciplina del yoga, la disciplina
del chamanismo y la obra "La matrix"...
En los tres temas abordados existe
a mi ver un punto en común o mejor dicho una interpretación
común la cual se refiere al tema Realidad...
En el chamanismo, cultura ancestral
casi tanto como el yoga, se habla de una realidad aparente
creada y sustentada por todos los seres y su percepción
incompleta, (la realidad del lado derecho) y una realidad
mucho mas compleja, si cabe el término, más incomprensible
y mucho mas conducente y verdadera, que sería la del lado
izquierdo...
En el Yoga, que a mi ver puede ser
la doctrina filosófica y metafísica más antigua y atomizada
de todas las existentes, la realidad en la que vivimos
es sólo una de otras varias realidades más complejas y
avanzadas, siendo la evolución el único camino aceptable
por esta filosofía, depende del estado evolutivo de cada
ser la interpretación y fijación de la realidad que le
compete...
En La matrix, la realidad en la que
los seres se desarrollan es enteramente virtual, sustentada
por un ente cibernético colosal, en tanto que la realidad
verdadera, por así decirlo, es similar en algunos aspectos
pero más desarrollada y compleja, donde imperan las máquinas
sobre los durmientes...
En las tres interpretaciones el punto
en común es obvio, la concepción cada vez más intuida
por nuestra mente de ser nuestra realidad sólo una muestra
de la realidad entera.
Sólo difieren entre sí de la interpretación
de la verdad pero no en aceptar que la mentira es y se
nos presenta delante de nuestros sentidos, con el fin
o no de obstruir nuestra comprensión del todo...
Con el fin o no de obstruir nuestra
comprensión parecería ser un objetivo más que arbitrario
por parte de la creación gastando gran cantidad de recursos
solamente para engañarnos, esa posibilidad tiendo intelectualmente
a excluirla ya que puedo llegar a inferir que somos nosotros
los que en definitiva nos engañamos a nosotros mismos
y frente a la verdad nos comportamos como infantes a punto
de cruzar la calle solos...
Nuestros sentidos..
Tenemos de fábrica cinco sentidos
funcionales de los cuales podría tomar como más o menos
objetivos sólo dos de ellos...
El olfato es una percepción totalmente
arbitraria de ciertas reacciones químicas producidas por
los elementos en nuestras papilas al igual que el gusto.
Estos sentidos están solamente referidos
a la protección y la selección de elementos para nuestra
sustentación (poco tienen que ver con la comprensión del
cosmos)...
El oído aunque más espacial, también
puede ser considerada arbitraria, ya que la interpretación
de las frecuencias sonoras es mas cerebral que real y
se refiere en un nivel más profundo al reconocimiento
y asimilación del medio circundante..
Es decir, una nota MI en mi cerebro
puede ser una muy diferente en el cerebro de un can o
de un ave, por lo tanto su manifestación es sólo real
en función de su utilidad, mas no objetiva en función
de la realidad...
La vista, siendo a mi ver el sentido
más importante de todos y del que más dependemos para
la interpretación del medio y del cosmos mismo es en gran
parte subjetiva a saber...
El color rojo es sólo una interpretación
mental del mismo, o sea, la sensación y la objetivización
que el rojo produce en mi cerebro ya está programada y
es dable preguntarse si el rojo no podría ser en todo
caso verde o azul...
A ver, crucemos los colores primarios
en los sensores retinales, tendríamos por ejemplo el campo
azul el cielo violeta y los vegetales de color pardo claro,
o sea, nos costaría muchísimo adaptarnos a esa nueva concepción
visual de la realidad, pero la realidad seguiría siendo
la misma que antes...
Con todo esto quiero significar que
una visión en blanco y negro que sólo expresaran los diferentes
grados de luminosidad de un objeto sería mucho más objetiva
y menos sujeta a confusión que la visión que poseemos
con más riqueza y lujo de detalles cromáticos...
Es dable inferir que la vista aunque
imperfecta se presenta como un sentido con un grado amplio
de objetividad en lo que se refiere al cosmos...
Por último el tacto, el cual a mi
ver es el sentido más objetivo de todos los que poseemos..
Obviamente el tacto es un sentido
que necesita ser programado, por decirlo de esa manera,
es decir se debe aprender a interpretar las formas y los
espacios ya que la misma interpretación sería dada por
todos los seres, sean videntes o no videntes, sean seres
humanos o aves...
El tacto es un sentido de interactuación
con el medio y la vista es un sentido de interpretación
del medio, es fácil comprender que una objetivización
errónea de ambos o mejor dicho incompleta nos llevaría
a un gran convencimiento de una realidad sustentada por
una percepción incompleta y también por la verdad estadística
de las congregaciones sociales, lo cual dio en llamarse
costumbres, tradiciones, historia y educación...
De los sentidos que poseemos, puedo
quedarme con la mitad de la vista y casi todo el sentido
del tacto, es fácil entonces comprender que nuestro entendimiento
del medio es bastante somero y reducido aunque parezca
ser bastante amplio...
Nuestro libre albedrío..
Libertad, linda palabra, pero al igual
que felicidad es demasiado grande para poder definirla
con la semántica más adecuada...
Es fácil deducir bajo un punto de
vista mecánico biológico la imposibilidad del libre albedrío,
es decir, estamos compuestos en primera instancia de átomos,
moléculas, proteínas y demás, células, órganos y cuerpo,
un átomo no hará nada fuera de las leyes físicas ni hará
algo movido por su voluntad, desde ahí hacia arriba sólo
es cuestión de combinatoria y de hecho somos simples robots,
con un esbozo de libertad de opción pero nada más allá
que la imitación de libre voluntad...
Es imposible admitir el libre albedrío
sin adicionar al conjunto algún componente de naturaleza
espiritual o por lo menos de naturaleza física desconocida
o imperceptible con un poco más que un sentido, por lo
tanto de admitir que soy libre de pensar y de optar, estaré
por transpolación admitiendo la existencia de una componente
espiritual que no llego a ver ni a tocar...
Ahora bien, puedo aceptar que nuestra
capacidad de respuestas es bastante limitada pero en la
ecuación entra una componente que puede ser bastante numerosa,
si no es indefinible numéricamente que es la de los estímulos
que somos capaces de percibir, (o la combinación de los
mismos), de hecho al ser una de las componentes de variedad
casi infinita puedo definir el resultado como de libre
o también infinito y en ese caso el libre albedrío sería
algo bastante aceptable...
A ver... se debe hacer a esta altura
una salvedad, el albedrío depende en gran medida de la
sensibilidad del sujeto...
En los animales como así también en
los seres humanos de menor rango la sensibilidad es bastante
baja y sólo son capaces de reaccionar frente a estímulos
mas allá de un umbral descartando otros más sutiles e
imperceptibles, en cambio en los seres de alto rango,
de mayor sensibilidad, (sin darle importancia mayor al
grado) la libertad de opciones es mayor, llegando a ser
libre aquel ser capaz de percibir toda la gama de estímulos
presentes en el universo...
De ahí que hayan existido seres como
Gautama o Jesús o Nostradamus, capaces de interpretar
y controlar sutilezas para nada percibibles para el resto
de los seres humanos con un sentido de la vista incompleto
y del tacto bien adiestrado...
Muy bien hasta acá nada nuevo bajo
el sol...
El chamanismo, filosofía de una
seriedad inesperada por mí (prejuicios creo), lleva lentamente
al aprendiz por un camino de gran disciplina a fin de
desmoronar la importancia que dicho individuo le concede
a su interpretación de la realidad, con procedimientos
depurados a través de años de estudios del asunto, pasan
por estados inciertos desde el punto de vista formal,
hasta empezar a comprender una realidad que es a todas
luces imposible de asimilar en forma rápida y sin preparación.
O sea, la realidad mayor por decirlo
así, es incomprensible si se presentara a un individuo
de una sola vez y la reacción lógica sería el absoluto
rechazo instintivo e intelectual a la misma, por lo tanto
atacan con procedimientos muy parecidos al hipnotismo
y la sugestión, la realidad del "lado derecho",
tal como ellos la llaman, hasta que la misma se desmorona
dejando al individuo en un estado psicológico incierto
hasta que acepta la realidad del "lado izquierdo"
o realidad verdadera, que se la ha ido suministrando paralelamente
y logra en la misma el sustento razonable del que en ese
momento empieza a carecer...
Es sumamente interesante, ver los
puntos en común con el Yoga ancestral, ya que los procedimientos
adoptados por los brujos de centro América, como por ejemplo
la "impecabilidad", pautas de comportamiento
desapegadas, "el ensueño" o tratamiento del
sueño controlado, como el de la "recapitulación",
que es un recuento absoluto de todos los recuerdos desde
el día de nacimiento hasta el día actual (tarea nada fácil
por cierto), son empleados por las culturas orientales
para los mismos fines y casi de la misma manera...
Apuntan con eso al vaciamiento del
ser (psicoanálisis absoluto), como también a una depuración
en su comportamiento para la admisión de situaciones extraordinarias
sin resistencia instintiva ni intelectual...
La lógica, la razón y el análisis
son para el chamán nuestros más poderosos enemigos, los
recuerdos y las estadísticas a partir de los mismos (aprendizaje
mecánico), como así también la educación recibida y autosuministrada
son poderosos obstáculos para lograr el entendimiento
de la realidad verdadera...
Asimismo los comportamientos derivados
de las culpas o la importancia desmesurada por eventos
pasados deben ser removidas por el maestro, en el aprendiz...
En el Yoga, la realidad está presente e invisible
a nosotros pero no por cuestión de incompatibilidad de
los sentidos, si no como una falencia en nuestra concepción
mental de lo que percibimos..
Hago notar que la incompatibilidad
de los sentidos que poseemos es sólo una opinión mía...
El yoga impulsa al aprendiz a expandir
los sentidos que posee para su correcta interpretación
del medio, para ellos recurre a intensas disciplinas físicas
y mentales, a la ingestión de alimentos determinados,
a pautas de comportamiento y autocontrol absolutamente
rígidas y a una relación con el medio mucho mas reglamentada
que el hombre sin este tipo de filosofía...
El objetivo de esta disciplina es
el de evolución y el del entendimiento correcto del medio
en el que nos desarrollamos..
Es llegar al libre albedrío o a una
libertad de opción mucho mayor aumentando la sensibilidad..
De hecho las filosofías orientales
prevén la existencia de otros sentidos, o mejor dicho
de órganos sensorios, a los cuales llaman chacras y son
7, los cuales nos permiten percibir estímulos más sutiles
existentes en el medio...
Ellos suponen la existencia de no
sólo un cuerpo físico, si no de una variedad de seres
superpuestos en uno solo, que serían de naturaleza, mental,
sensual y formal, y que sólo constituyen estados o configuraciones
por las que el ser debe pasar para su correcta interpretación
del cosmos...
Algo así como el agua se evapora y
se solidifica sin dejar de ser agua, dichas configuraciones
estarían formadas de diferentes densidades de materia
y serían imperceptibles desde el plano más denso hacia
el más sutil y evolucionado...
La Matrix... si se quiere la interpretación
más simple de las tres aunque similar en muchos aspectos...
En ella seríamos sólo seres dormidos,
viviendo en un mundo de estímulos cerebrales proporcionados
por un gran sistema con la coherencia e intereactuación
suficientes como para crear todo un mundo o un cosmos
con sus leyes físicas impecables y su cadena de causas
y efectos perfectamente delineada dentro de ese gran programa...
Esta interpretación a la vez de ser
ciencia-ficción es la más comprensible de todas, donde
imaginativamente se puede admitir la existencia de una
realidad virtual a la que se sería por demás difícil de
sustraer, tal y cual las otras dos grandes filosofías
metafísicas hacen mención...
Sirve la matrix para lograr un poco
más de aceptación acerca de este fenómeno de la realidad
aparente, fenómeno intuible pero muy poco comprobable..
En esa obra se hace mención de un
sexto sentido que todos usamos, más allá de ser o no considerado
un sentido, y tal es la imaginación...
En la matrix los seres sólo pueden
liberarse usando su imaginación ya que en este caso sus
sentidos están controlados por un ente externo a ellos,
si no la imaginación; la intuición, término que semánticamente
se me hace difícil de separar del término imaginación...
Al liberarse el ser ingresa en una
realidad donde las leyes de gravedad y demás son bastante
similares y por lo tanto el individuo no rechaza con tanta
fuerza la asimilación de la misma...
Principalmente en el chamansimo, la
realidad absoluta se presenta como incomprensible e inadmisible
por lo tanto el individuo al ser confrontado con la misma
de una sola vez, colapsaría en su razón, de ahí que tanto
en el chamanismo como en el yoga sean tan necesarios los
maestros y los guías...
Puedo presentar una analogía bastante
simple, tal sería el universo visto con los sentidos de
una hormiga (sentidos y entendimiento claro está), de
hecho para ese ser, el mundo no pasa de su hormiguero
y sus túneles, la realidad correcta (la nuestra) sería
en un todo incomprensible para la hormiga, y en todo caso
no sería funcional en ella, pero de hecho el hormiguero
es parte de la realidad...
Ahora bien... dotemos a la hormiga
de los sentidos de su especie y además del entendimiento
y sentidos humanos.. es dable inferir que podría llegar
a ser una hormiga un poco más funcional que las demás
pero nada más, ya que sus recursos superiores se verían
afectados por la crianza y el medio circundante y sólo
en ocasiones excepcionales podría llegar a usarlos...
Tal es el caso de nosotros los hombres,
tal vez seamos Dioses, pero olvidados de nuestro origen
y naturaleza convivimos y existimos en esta tierra, con
o sin esperanzas, con o sin recursos y con o sin sensibilidad
para corresponder al cosmos que nos convirtió en materia
dotada de entendimiento, con capacidad de observación
y con una gran libertad de optar...
Me cuesta trabajo imaginar milagro
más maravilloso...
Jorge Fernández. 04/08/08"
Su mensaje, como de costumbre, me invitó a reflexionar
para intentar aportar mi opinión al respecto de estas realidades
paralelas que él analizaba desde una perspectiva mucho más
espiritual, por decirlo de algún modo, que la mía.
Esto que les ofrezco a continuación es mi aportación
a un tema que tal vez sea más complejo y profundo de lo
que podemos llegar a imaginar.
Antes de nada voy a intentar definir algunos conceptos
para evitar confusiones y facilitar en la medida de lo posible
la comprensión de mis planteamientos:
Estado de conciencia o vigilia:
definición simbólica de podría entenderse como un estado
de procesamiento consistente en el análisis e interpretación
continuo y permanente de las entradas procedentes de las
vías sensoriales, un proceso que tendría lugar en el centro
de la consciencia (entendido dicho centro como un área funcional
de procesamiento donde convergen, se analizan, contrastan
e interpretan todas las señales procedentes de las vías
sensoriales. Estado de consciencia y Estado-centro de consciencia
pueden ser referidos desde un punto de vista funcional como
un único concepto.
Señales de entrada (inputs):
Vienen a referirse a cualquier señal ó estímulo recibido
en el cerebro (localizaciones diversas en función de tipo
de señal) a través de las diferentes vías sensoriales, es
decir, de los sentidos (visual, auditiva, sensorial, olfativa,
etc.)
Stand-by: definición
asimilada al estado de letargo de algunas máquinas que permanecen
en un consumo mínimo a la espera de una señal de activación.
En nuestro caso y por asimilación, podemos definir el stand-by
del cerebro como estado de desconexión (no absoluta) del
cerebro, propio del sueño y caracterizado por la baja actividad
y baja frecuencia en el que permanecen las vías sensoriales
y el centro de consciencia. En dicho estado, las vías sensoriales
(o mejor dicho el centro) aumentan el umbral de tolerancia
de reacción, permitiendo discriminar los estímulos de entrada
con un nivel inferior al del umbral, como por ejemplo pequeños
sonidos, señales olfativas, etc., de modo que éstas son
ignoradas por el centro de consciencia*.
* Dicho
centro de conciencia podría localizarse en el
propio tálamo como primer escalón en el procesamiento
de señales y estímulos, y aunque considerar a
este órgano de forma independiente en el procesamiento
y control de estímulos no sería lo propio
dado el descomunal número de conexiones de entrada
y salida que
presenta (con el resto del sistema cortical), este análisis es algo que se encuentra
completamente fuera de los límites del presente
ensayo. |
El cerebro, arquitecto
y director de orquesta |
"Estimado amigo Jorge, sin duda y como
siempre te volví a leer con entusiasmo y profundidad y ello
me ha servido de nuevo para sentar ideas que andaban enterradas
y perdidas en mi red neuronal, sorprendiéndome una vez más
por la increíble profundidad de tus análisis, de modo que
volví a sacar mis conclusiones al respecto que son las que
he intentaré exponerte y compartir ahora contigo, y con
el resto del mundo a través de mi web.
Antes de comenzar quiero puntualizar que todo lo
que cuento aquí son conclusiones propias, fruto de mis experiencias
personales y analizadas desde mis escasos conocimientos
de neuropsicología y de un razonamiento basado mayormente
en la introspección.
En un intento de simplificación (¿No es eso lo
qué intenta siempre el cerebro? ¿O es sólo un vicio que
padecemos los informáticos, el de comprender y esquematizar
todo nuestro entorno?) podemos decir que la realidad, tal
y como la conocemos, es el resultado de una "ecuación",
en el sentido de que una serie de señales a las que denominaríamos
inputs entran por las vías sensoriales y son analizadas
e interpretadas por un centro de interpretación-control
el cual alcanza finalmente un resultado, que no es otro
que la realidad que nosotros conocemos, o sea, nuestra propia
realidad o realidad percibida. De este modo, si alteramos
cualquiera de estas variables implicadas en este proceso
de entrada de señales, análisis e interpretación, la "ecuación"
producirá resultados diferentes, de modo que, cualquier
alteración en las señales de entrada (inputs) a través de
la intervención en las vías sensoriales o mismamente en
el propio centro de interpretación-control, puede llegar
a producir resultados (realidades) completamente distintos
ante situaciones contextuales y escenarios aparentemente
idénticos, llegando así a lo que podríamos denominar "realidades
paralelas".
Por supuesto, ni que decir hay que en ciertas ocasiones
la complejidad de dicha "ecuación" así como las
variables implicadas en la misma (experiencia cognitiva
mediante acceso a memoria, funciones racionales del córtex
cerebral, estado hormonal, etc.) y utilizadas por el cerebro
para alcanzar un resultado, es algo que escapa no sólo a
mi conocimiento, sino al de la ciencia.
A mi juicio, las realidades de las que me hablas
en los tres casos de ejemplo (chamanismo yoga y matrix)
son fruto de lo que yo denominaría una "distorsión
perceptiva" que, pensado de otro modo como puede ser
tu punto de vista, podría no ser tal distorsión sino simplemente
y como tú bien mencionas, una realidad distinta o paralela
a la que conocemos cómo estándar o modelo basada en estadística,
o también, un ángulo de percepción distinto que acaba produciendo
una realidad distinta como producto final del análisis e
interpretación de unas señales previas de entrada y del
procesamiento de éstas.
Al igual que tú, también encuentro gran similitud
entre estas tres realidades que citas, pero pienso que detrás
de todos estos niveles, estados o realidades, el trance
del yogui, el chamán o incluso la Realidad Virtual de Matrix,
siempre nos encontramos con el verdadero y único gestor
de los sentidos y por tanto el auténtico responsable de
la "distorsión perceptiva" de la que te hablo,
el verdadero constructor de realidades, el cerebro, y en
ello, debes permitirme discrepar contigo, en tanto en cuanto
no encuentro en ningún caso un sentido espiritual en la
existencia de dichas realidades paralelas ni en los estados
psicofísicos necesarios para su percepción. Explicarte como
llego a esta conclusión, es lo que voy a intentar basándome
en mis propias experiencias y en mi razonamiento.
Ya que he comenzado denominando a las diferentes
realidades como "distorsión perceptiva", no podemos
obviar que los alucinógenos han sido distorsionadores de
la percepción o puentes entre lo que tú denominas distintas
realidades o niveles, desde tiempos ancestrales y en prácticamente
todas las culturas.
Drogas. Alterando
la ecuación de la realidad |
A veces, resultan curiosos los efectos alucinógenos
de ciertas drogas en lo que a distorsión de la realidad
(estándar) se refiere. Por ejemplo, en un intento de definir
los efectos de éstas, algunos investigadores atribuyen al
LSD, en alusión a sus niveles de distorsión perceptiva,
que permite llegar a "oír colores y ver sonidos".
Igualmente, en un intento por definir sus efectos
psicodélicos, su consumo es asimilado al viaje astral, de
ahí la utilización del nombre "viaje" para definir
de la forma más gráfica posible el efecto que esta droga
causa en sus consumidores. Además, en asombrosa analogía
con el chamanismo y el yoga, se contempla la figura del
"guía" para los aprendices en su consumo. Los
expertos que la han estudiado y los propios consumidores
afirman que este tipo de alucinógenos pueden tener unos
efectos fortísimos en el sistema neuronal y que la distorsión
de la realidad llega a ser aparentemente "real",
por ello es recomendado al iniciarse en su consumo hacerlo
junto al citado "guía", en un curioso y cierto
paralelismo con, por ejemplo, el chamán, el maestro de yoga
o incluso, el psicoanalista en una sesión de hipnosis. Esta
persona con funciones de guía se mantendrá siempre conectado
con el mundo "real" evitando así que el neófito
caiga en un pozo irreversible de "irrealidad",
lo que podríamos denominar un "cuelgue definitivo".
En relación con esto que te comento acerca de los
efectos distorsionadores de las drogas en la percepción
de la realidad yo siempre he encontrado muy descriptivo
un ejemplo que leí hace muchos años aplicado al caso comparativo
de varios alucinógenos y de sus efectos. Te cuento...
Se hallan tres personas a la entrada de una ciudad
amurallada, es de noche y la puerta de acceso a la ciudad
se encuentra cerrada. Estas tres personas han consumido
drogas de un tipo distinto cada una de ellas, la primera
ha consumido LSD (Dietilamida de ácido lisérgico), la segunda
cocaína y la tercera cannabis. Cuando se encuentran junto
a la puerta de la ciudad, todos manifiestan su intención
de entrar en ésta, y cada uno aporta su propia percepción
que, como verás a continuación, distan bastante entre sí
ante una situación ó realidad aparentemente idéntica:
1ª persona (bajo efectos del ácido
LSD): Propone a los otros entrar uno a uno por
el ojo de la cerradura. Se observa en el individuo
una fuerte distorsión perceptiva sensorial que desemboca
en una realidad resultante igualmente distorsionada (alucinación).
2ª (bajo efectos de la cocaína):
Propone empujar la puerta con fuerza hasta echarla abajo.
Se observa en este individuo alteración del estado anímico-hormonal
(euforia) que altera la realidad resultante.
3ª (bajo efectos del cannabis):
Éste dice que prefiere tumbarse a dormir y esperar a la
mañana siguiente a que abran para entrar. Se observa un
decaimiento del la actividad cerebral que impide el correcto
análisis de una situación y por ende la toma de iniciativas
ni decisiones (pasividad).
Lo que vemos en este supuesto ejemplo son tres
realidades perceptivas diferentes pero paralelas, resultantes
de la ingesta de alucinógenos que acaban arrastrando y confundiendo
al centro de interpretación-control, al auténtico director
de la orquesta de nuestros sentidos, el cerebro. El símil
del director de orquesta con el cerebro me parece acertado
ya que entiendo la percepción de cualquier realidad como
el producto resultado de varios sentidos coordinados e interpretados
de forma conjunta y nunca independientes. Quiero decir que
el cerebro construye la realidad combinando la percepción
de todos los sentidos y fusionando e integrando todas las
señales de entrada.
Este caso muestra las distintas realidades de cada
uno en función del tipo de alucinógeno consumido, una realidad
provocada por la distorsión sensorial que estas sustancias
producen en el cerebro interfiriendo en éste y por tanto
en la realidad percibida o realidad resultante. Pero aún
hay otro medio, incluso en ocasiones, con mayor capacidad
de modificar la percepción de la realidad percibida, un
medio mucho más difícil de controlar pues no es inducido
por consumo, voluntario o no, de una sustancia química,
sino que es originado por el propio "director de la
orquesta de la percepción", el cerebro, te hablo de
la autosugestión o de la sugestión inducida (hipnosis) que
acaba convirtiéndose finalmente en autosugestión.
Por supuesto, las conclusiones a las que llego
(que por otro lado cuentan con la plena aprobación de mi
"cerebro";) están sustentadas en experiencias
propias a lo largo de mi vida, en mi propia persona o en
personas muy cercanas, y son fruto de profundas reflexiones
en busca de respuestas, reflexiones contrastadas siempre
y en la medida de lo posible con experiencias propias o
cómo te comento, en la de personas muy próximas.
Por ejemplo, en el campo de las drogas he experimentado
estados de distorsión perceptiva considerables (suerte que
sólo fue unas pocas veces y en mi lejana juventud) pero
me permitieron distinguir y vivir en primera persona distintas
realidades perceptivas, similares a las del ejemplo, realidades
paralelas producto de la interacción alucinógeno-sentidos-cerebro.
Me refiero a sentir como "la orquesta se descompasa"
y "la obra musical" empieza a sonar de un modo
diferente al que estamos acostumbrados. Algo parecido ocurre
cuando te caes de sueño, comienzas a sentir una cierta sensación
de embriaguez, perdida de reflejos, audición, etc.
También en realidad virtual, un campo que me apasiona
como pocos, he vivido experiencias "sensoriales"
bastante fuertes y he podido comprobar que la verdadera
"inmersión" en este otro tipo de realidad, sólo
se consigue cuando el sistema engaña plenamente al cerebro,
de modo que éste ponga de su parte todo lo necesario para
conseguir una realidad "paralela", o al menos,
no cuestione ni contraste demasiado la realidad percibida
por los sentidos implicados (vista, oído y tacto). Como
verás en este caso, una vez más aparece nuestro protagonista,
nuestra "caja negra", el cerebro. El cerebro es
en realidad virtual como el caballo de carreras, el jinete
lo monta, pero él es verdadero protagonista.
Viajes astrales...
y otras realidades |
Pero sin duda alguna, si algo me marcó con diferencia
en este mundo de "realidades", ello fue la experiencia
propia que tuve hace unos 14 años. Eso que suelen denominar
viaje astral "vino a verme" sin yo llamarlo, es
decir, que sin perseguir alcanzar un estado de concentración
y relajación especial para provocar lo que algunos llaman
"viaje o proyección astral", acabé flotando (¡Sólo
aparentemente! claro está) sobre la cama a casi dos metros
de altura!! sobre mi hija y mi mujer que estaban acostadas
junto a mí y dormidas, como podrás imaginarte el susto fue
mayúsculo y cuando me recuperé con un movimiento brusco
que me hizo "despertar" o "conectar"
de nuevo todas las vías sensoriales (vista, oído, tacto),
el corazón podía estar latiendo perfectamente a más de 200
pulsaciones por segundo debido al shock que sufres.
Al principio empiezas pensando en lo del viaje
astral, el cordón de plata y esas cosas que has leído, pero
intentas llegar a una respuesta más creíble, al menos para
mí.
Desde una perspectiva más mística o religiosa,
también puedes llegar a plantearte que has podido estar
unos segundos o minutos MUERTO, (de no pocas lecturas sobre
el tema puedes deducir que ha sido tu alma la que ha abandonado
tu cuerpo por unos instantes), por lo que la comida de cabeza
durante los días siguientes a la experiencia, sin llegar
a ser traumática, está asegurada. Mi cerebro experimentó
una sensación que no podía encajar ni explicar, pero mi
pleno convencimiento en la no existencia del alma (como
entidad propia y completa del ser humano), me empujaron
a seguir buscando respuestas, y creo que mis reflexiones,
sí llegaron a aclararme algunos puntos y a encontrar la
verdadera luz en este asunto, al menos la luz que yo buscaba,
que no era precisamente la divina.
Verás, antes te he hablado del cerebro como director
de la orquesta de nuestros sentidos y ahora te voy a explicar
qué es lo que pienso que ocasiona este tipo de "viajes"
y cómo ocurre. Por supuesto, es sólo mi opinión.
Esta experiencia involuntaria tan poco frecuente
y que no he vuelto a tener desde entonces, es muy probable,
aunque no conozco ningún caso de primera mano, que pueda
alcanzarse por autosugestión, pero de ahí a realizar "viajes
astrales" volando y estar presente en otros puntos
del planeta durante "el viaje", ya es harina de
otro costal que seguramente han recreado algunos en un brote
excesivo de imaginación o en un intento desesperado de dar
credibilidad a lo que podríamos llamar sueños. Y ahí, al
sueño, es precisamente a donde pretendo llegar, creo sinceramente
que la experiencia está relacionada con el sueño y el estado
de actividad neuronal en el cerebro, concretamente en un
punto entre la vigilia y el primer estadio del sueño, un
instante en el que se produce la desconexión de los centros
de control sensorial, o más bien, en lugar de desconexión,
podríamos hablar de decaimiento progresivo de los umbrales
de la percepción.
Me explico, en realidad, no se trata de una desconexión
absoluta, por ejemplo, en el caso de oído o el tacto, nosotros,
es decir, nuestro cerebro, seguimos manteniendo un estado
de "stand-by" que puede reaccionar en cualquier
momento poniendo en marcha el sistema completo si se capta
una señal de alerta que rebase el umbral necesario para
activar dicha vía sensorial y provocar una activación del
sistema central nervioso, devolviéndonos al estado de consciencia
(estado operativo y 100% funcional, es decir, despierto).
Por ejemplo, estamos dormidos, y el sentido del tacto está
"desconectado" (no completamente) de modo que
no percibimos el peso de nuestro cuerpo sobre la cama, el
oído también ha bajado su nivel de percepción a un estado
de stand-by, sin embargo, una señal externa lo suficientemente
potente o específica (el llanto de un hijo, el sonido del
despertador, el contacto de una mano para despertarnos,
etc.) por cualquiera de estas vías sensoriales correspondientes
(oído ó tacto) puede hacer reaccionar al sistema central
y despertarnos de inmediato. Lo que pretendo explicar, es
que la desconexión no es absoluta, sino que el cerebro reduce
los niveles de atención a dichas vías sensoriales (digamos
que reduce el ancho de banda de cada una de las vías) en
analogía con un procesamiento en paralelo de diversos hilos,
en el cual, el procesador destina mayor o menor ancho de
banda a los distintos hilos que se están ejecutando de forma
paralela y simultánea, en nuestro caso estos hilos serían
las vías sensoriales (oído, tacto y vista principalmente).
Este mecanismo, cuyo objetivo no es otro que el ahorro de
recursos para conseguir el descanso durante el sueño, sería
el encargado de bajar la frecuencia de actividad cerebral
durante el sueño, en absoluta analogía con los procesadores
de las computadoras.
Iniciando secuencia
de desconexión de sistemas |
De forma similar a un procesador, el centro de
conciencia funciona por interrupciones, de modo que cada
cierto tiempo escucha las señales de las vías sensoriales
por si debe reaccionar a alguno de estos estímulos mediante
órdenes de reacción. Imaginemos a un jugador de ajedrez
que se enfrenta a varios contrincantes de forma simultánea,
cada vez que se sienta ante uno de sus adversarios desconecta
el resto de conexiones para prestar atención al contrincante
ante el que se encuentre en ese momento. Cuando la actividad
cerebral funciona a una frecuencia elevada (propia de la
a atención y la vigilia) estas interrupciones son más frecuentes
y la escucha es mucho más precisa, digamos que la capacidad
de acto-reflejo es mucho más rápida y precisa. Antes de
llegar al sueño y pérdida ya parte de la consciencia, este
decaimiento progresivo de los sentidos podría relacionarse
ni más ni menos que con la reducción en el ciclo de frecuencias
de actividad cerebral hasta casi cero Hz por segundo (estados
conocido como theta: 3.5-7 Hz y delta: 0-3.5 Hz) característicos
del sueño. El cambio de frecuencia se produce de forma más
o menos rápida justo antes de entrar en la primera fase
del sueño y en dicho proceso, también se produce, como consecuencia
de la "desconexión sensorial" (no absoluta) un
decaimiento progresivo del estado de la consciencia (entendiendo
a ésta como el estado por el cual es posible el análisis
y la interpretación consciente de la realidad percibida
a través de los sentidos), ya que dicho estado requiere
del funcionamiento de los sentidos y si éstos no están operativos,
o lo están en estado de mínima frecuencia ó stand-by,
el nivel de conciencia va disminuyendo hasta que el estado
de consciencia se pierde y acaba apagándose automáticamente.
Cómo quiera que la distribución de la
frecuencia del cerebro, no es probablemente uniforme en
todo el sistema neuronal, es posible que en distintas zonas
de la red neuronal se produzcan distintas frecuencias y
la reducción en los ciclos de frecuencia de las distintas
vías sensoriales durante el proceso de cambio de estado
no sea totalmente uniforme, ni síncrona ni simultánea en
todas las vías sensoriales, sino que podría descompasarse
en ocasión el orden preestablecido de "apagado"
ó desconexión, produciéndose con ello una alteración en
la secuencia programada de desconexión. Volviendo al concepto "estado
de consciencia", como definición simbólica, que
podría entenderse como un estado de procesamiento consistente
en el análisis e interpretación continuo y permanente de
las entradas procedentes de las vías sensoriales, un proceso
que tendría lugar en el centro de la consciencia
(entendido dicho centro como un área funcional de procesamiento
donde convergen, se analizan, contrastan e interpretan todas
las señales procedentes de las vías sensoriales, por ello,
dicho estado-centro de consciencia (encerrados ya en un
único concepto) acabaría desconectándose inducido ante la
falta de estímulos de entrada (inputs) procedentes de estas
vías, de modo que, si no oyes, no ves y no sientes, el centro
de consciencia (responsable del estado de consciencia) pasa
a stand-by desconectado por cierta inducción ante
la ausencia de señales de entrada lo suficientemente potentes
como para superar el umbral, aunque eso sí, sin llegar una
desconexión absoluta al igual que el resto de los sentidos,
ya que la onda cerebral nunca llega a ser cero, ni siquiera
en el sueño más profundo.Podemos decir que el cerebro va apagándose
(reduciendo su actividad funcional, su frecuencia, bajando
su nivel de conciencia en general) y pasando a stand-by
las vías sensoriales de forma más o menos gradual y siguiendo
un orden preestablecido que se me antoja podría ser por
ejemplo: oído, tacto, vista, (la vista es, si cabe, algo
distinta al oído y al tacto, en el sentido de que podemos
facilitar su desconexión de forma voluntaria al cerrar los
ojos y evitando así la transmisión de señales al córtex
visual e induciendo de algún modo a la desconexión de esta
vía, ello no quiere decir que la vía sensorial y el centro
de procesamiento del córtex visual esté en stand-by
antes que el resto de vías), y en última instancia el centro-estado
de consciencia, que sería el que ha ido desconectando
los canales de comunicación con los sentidos, o mejor dicho,
va reduciendo los impulsos eléctricos de comunicación con
estos sentidos y aumentando los umbrales de reacción ante
posibles estímulos, todo ello claro está, con el único objetivo
de entrar en el estado de sueño y la pérdida al máximo del
nivel de consciencia consiguiendo así el mayor ahorro energético
posible, que al fin y al cabo es de lo que se trata cuando
dormimos.De modo que, continuando con la analogía
de la orquesta, sería como si el director (centro-estado
de conciencia) fuera ordenando a los músicos que acallen
sus instrumentos atenuándolos progresivamente hasta el silencio
para después irse él mismo a descansar colgando su batuta.
Sentada esta teoría (llamémosla hipótesis), es muy posible
-y aquí podría estar la clave misma del viaje o
la proyección astral- que en este proceso se produzca
una alteración en el orden de desconexión de los sentidos
que acabe por confundir al cerebro, o sea, al centro de
consciencia, auténtico arquitecto e intérprete de la realidad
aparente y gestor de la percepción.Por ejemplo, imaginemos por un momento
que se desconecta el sentido del tacto y del oído y, aún
con los ojos abiertos, seguimos estando conscientes o manteniendo
un cierto estado de consciencia, en estado de vigilia, la
realidad que percibiríamos en este caso será que dejaremos
de sentir el peso de nuestro cuerpo sobre la cama y el contacto
con ésta!! (¡Por un momento pareceríamos suspendidos en
el aire!), e incluso podríamos habernos aislados ya acústicamente
del entorno (vía sensorial auditiva desconectada), lo cual
podría provocar un estado de confusión general a nuestro
centro-estado de consciencia al no poder éste combinar e
integrar o interpretar las entradas de las vías sensoriales
y llevando al centro de conciencia a un choque frontal contra
todo nuestros modelos posibles de realidad, colapsando y
provocándonos así esta experiencia tan impactante que, en
realidad, no sería más que una realidad perceptiva creada
en nuestro propio cerebro. Digamos que si el centro de conciencia
no consigue integrar todas las entradas (inputs)
de las vías sensoriales y entenderlas o interpretarlas de
forma adecuada, el sistema (centro de control de la conciencia)
colapsa cayendo en un estado de confusión ó en una realidad
paralela o aparente, pero al fin y al cabo, construida
por el mismo arquitecto de siempre, el cerebro.
Si analizamos más variables inherentes
a los viajes-proyecciones astrales documentados, también
hallamos ciertas coincidencias sutiles. Debo recordar que
en mi caso y en el resto de los que he tenido constancia,
las proyección astral suele ocurrir normalmente en la oscuridad
de la noche o, cuando menos, en penumbra (al igual que el
99% de apariciones, entendiendo éstas como otro tipo de
realidad construida por el propio cerebro), lo cual podría
explicar la confusión en el centro-estado de consciencia
que llega a hacernos ver que estamos flotando en el aire
cuando simplemente imaginamos flotar al haberse
desconectado ya el sentido de tacto que nos mantenía informados
acerca del contacto de nuestro cuerpo con la cama, de modo
que, forzados por el centro de la consciencia y en un estado
de confusión perceptiva, con el sentido de la vista en absoluta
desventaja dada la oscuridad, o incluso ya en estado de
decaimiento avanzado y próximo a la desconexión (ó
estado de stand-by), acabamos
flotando (aparentemente y de forma brusca dada la velocidad
de procesamiento y respuesta de nuestro cerebro ante tal
situación) por unos instantes en la habitación, sin embargo,
el centro de conciencia, al no haberse desconectado, mantenemos
un cierto control de la situación o de la realidad aparente,
hasta que un movimiento brusco de nuestro cuerpo (que creo
recordar fue voluntario y esto demostraría que el centro-estado
de consciencia permanecía funcionando aún confundido por
los inputs de las vías sensoriales) acaba encendiendo
todo el sistema (vías sensoriales y centro-estado de consciencia).
Eso sí lo recuerdo con claridad, que era consciente en todo
momento y tenía la sensación de que podía recuperar el control
de la situación a través de un movimiento, y de hecho así
fue, cuando realicé de forma voluntaria el movimiento brusco
de intentar incorporarme, podríamos decir que las vías sensoriales
de entrada se reactivaron y todo el sistema sensorial-funcional
se puso en funcionamiento.
Antes de tener esta experiencia, yo ya
había oído hablar en otras culturas de un fenómeno que coincide
en ciertos términos con la proyección astral, un fenómeno
al que atribuían lógicamente un sentido espiritual, religioso
o esotérico, y aunque lo denominan de diversas formas, creo
que se trata de lo mismo y siempre se manifiesta en el momento
de conciliar el sueño. En un punto entre la vigilia y el
sueño en el que todavía no estamos dormidos completamente
y nuestro cerebro está intentando pasar al estado de stand-by,
produciendo esta extraña sensación como si de soñar despierto
se tratase.Es más, yo que trabajo frecuentemente
de noche y paso a veces un sueño terrible, llego a experimentar
en muchas ocasiones las desconexiones sensoriales de forma
completamente perceptible. Por ejemplo, cuando no puedo
aguantar y el sueño me vence por momentos, si estoy viendo
la televisión u oyendo la radio o incluso hay gente hablando
a mi alrededor, el sentido del oído es el primero en desconectar
y por momentos me quedo en silencio viendo aún la escena,
porque el cerebro "apaga" (en realidad aumenta
el umbral y disminuye la actividad eléctrica o tal vez la
frecuencia cerebral destinada a esta vía sensorial) esta
vía sensorial, y aunque acabas acostumbrándote a ello, no
deja de producirte cierta confusión pues puedes estar con
los ojos abiertos sin oír absolutamente nada durante unos
segundos, es decir, inmerso en una realidad distinta o una
distorsión perceptiva hasta que te sobresaltas (reiniciando
y activando la vía sensorial del oído) o caes en el sueño
irremediable Dicha alteración en la secuencia u orden
de apagado, podría ser igualmente la responsable de la extraña
sensación (bastante más frecuente que la proyección astral)
que muchos alguna vez hemos sentido al dormirnos, justo
entre la vigilia y el sueño. Te hablo de la sensación de
caída al vacío que, a mi modo de entender, podría responder
a una desconexión del sistema sensorial del tacto cuando
aún seguimos manteniendo un cierto nivel de conciencia pese
a tener los ojos cerrados.
Ahora analizaré la diferencia entre la
proyección astral (para entendernos), en la
que de forma brusca parecemos encontrarnos flotando en la
habitación, y la caída al vacío que experimentamos también
al inicio del sueño. Si analizamos las variables implicadas
en ambas experiencias, nos damos cuenta de las circunstancias
son muy similares, sin embargo, la gran diferencia entre
caer y flotar podría radicar en el sentido de la visión.En el primer caso, el de la proyección
o viaje astral, recuerdo perfectamente que pese a la penumbra
de la habitación podía verlo todo a mi alrededor durante
el tiempo que me mantuve en aparente estado de flotación,
y probablemente fue debido a que al encontrarme aún en un
cierto nivel operativo de consciencia y desconectarse la
vía sensorial del tacto, el cerebro, intenta comprender
todo lo que nos rodea, intentó integrar y resolver las señales
que de entrada (inputs), pero al no poder comprender
la falta de la señal de contacto con el lecho, produjo un
nuevo resultado en la ecuación final, recreando una nueva
realidad y produciendo la sensación de que había comenzado
a flotar sobre la cama. No deberíamos obviar que el cerebro
constituye un mecanismo obsesivo cuando se trata de analizar
y comprender humano el entorno. Así ha sido desde nuestros
orígenes como especie animal, pues resolver la ecuación
de la realidad que nos rodea resulta vital para nuestra
supervivencia. Por este motivo, en su intento por resolver
dicho entorno, emplea la ecuación de los sentidos para alcanzar
un resultado creíble, y si alguna de las variables fallara
o aportara una información sesgada o cerebro intentará a
toda costa rellenar los huecos o variables incompleta, el
ausentes para alcanzar una solución final a la ecuación.En el segundo caso, me refiero a la caída
al vacío que se experimenta justo antes de entrar en el
primer estadio del sueño, el resultado de la ecuación es
justamente el contrario, pero muy similar. Me explico con
un ejemplo, cuando a veces estamos resolviendo una ecuación
en la que intervienen valores positivos y negativos, es
probable que alcancemos los valores finales correcto, pero
que al haber cometido un fallo en el cálculo de signos,
obtengamos el valor inverso. Por ejemplo, si el resultado
debía de ser 35, nosotros hemos llegado a 35.
Igual magnitud pero valores inversos. Bueno, al grano, antes
te decía que la gran diferencia entre caer y flotar podría
radicar en el sentido de la visión, y creo que ahí esta
la clave. La vista podría ser la variable que invierte el
resultado de la ecuación, me explico. Cuando sentimos caer
nuestro cuerpo, tenemos los ojos cerrados de forma que la
vía sensorial de la visión está desconectada en la práctica
pues no registra señales ni transmite información alguna
al centro de conciencia. Esta ausencia de señales de la vista, introduce
una modificación en la ecuación que el cerebro debe resolver
aún con un cierto nivel de conciencia al no haber entrado
en el primer estadio del sueño, y esta modificación conduce
a un resultado distinto al del caso de la proyección o viaje
astral, pues el cerebro acaba recreando una realidad distinta
lo más creíble posible ante la falta de señales visuales
y el apagado de la vía sensorial del tacto, este resultado
es, ante la ausencia de señales hacia el córtex visual (ojos
cerrados) la caída al vacío por acción de la gravedad.
Ensoñaciones nocturnas,
la realidad paralela más cercana |
En el caso de las ensoñaciones o los sueños, también
llego a una reflexión, cuando dormimos, digamos que el cerebro
desconecta o apaga ciertas funciones, pero por supuesto,
mantiene cierta actividad neuronal e impulsos eléctricos
que viajan de forma semicaótica por otras zonas funcionales
del córtex y la memoria (ésta última sin ubicación definida),
lo cual produce esas extrañas y a veces incoherentes historias
que son los sueños. Está desconexión parcial de las vías
sensoriales y sobre todo del centro-estado de consciencia
del que te hablo, provoca que los sueños a veces se muestren
como una mezcla sin sentido de ideas y recuerdos que el
cerebro produce sin control, digamos que, y siguiendo con
la analogía de las computadoras, la gestión de errores y
la comprobación de coherencias en los algoritmos internos
del CPD (centro de procesamiento de datos) está Off-desactivado-disabled.
Por esto pienso que en los sueños las ideas se
mezclan como si de un disco duro estropeado se tratara,
en el que aparecen fragmentos de información entremezclada
y a veces imposible de reconstruir o interpretar. Por supuesto
que esa información sale del almacén de datos de nuestra
memoria o de secuencias construidas a partir de experiencias
previas reales o imaginadas. Es cierto que en muchas ocasiones,
las ensoñaciones sí mantienen una cierta correlación con
la realidad, en el sentido de que muestran fragmentos de
información que previamente se han procesado de algún modo,
pensado o percibido, aún de forma subliminal, sin embargo,
en la mayoría de casos el contexto y la posible interpretación
resulta caótica.
En el sueño, es como si el cerebro desactivara
el sistema permanente de comprobación de errores (tanto
los sistemas sensoriales como la vista, oído, gusto, olfato,
como el estado de consciencia que sirve a nuestro cerebro
para contrastar e interpretar cualquier percepción informativa),
de manera que los datos (ideas, recuerdos) fluyen sin control
produciendo realidades aparentes. Por otro lado, la complejidad
funcional del cerebro es demasiado grande como para conectar
dichos sueños a interpretaciones válidas y cuando menos
generalizadas (aplicables a todo el mundo).
Si analizamos lo que ocurre en los sueños y reflexionamos
sobre ello, podemos sacar conclusiones interesantes acerca
del funcionamiento de nuestro cerebro, y por qué no, de
las realidades paralelas. En este sentido, me resulta increíble
la obsesión del cerebro por comprender y asociar todo cuanto
registra, incluso si mientras dormimos oímos algún ruido
identificable, el cerebro puede transformar el sueño adaptándolo
al sonido e integrándolo dentro de este sueño, construyendo
una nueva realidad!. A mí incluso me ha ocurrido que mientras
soñaba, dentro del propio sueño oía la voz de alguien que
intentaba despertarme y era mi madre en la "vida real",
en este caso jugando el papel de "guía espiritual"
para despertarme y devolverme a la dura realidad del colegio.
O incluso, si tenía alguna tarea pendiente en la vida real
que me preocupaba, podía incluso recordarla dentro del sueño,
por ejemplo, si tenía que levantarme para ir a trabajar
y estaba durmiendo la siesta, podía llegar a preguntarme
dentro del sueño ¿Qué coño hacía ahí cuando tenía que marcharme
al trabajo?. Quiero decir con esto, que la desconexión del
cerebro en los sueños es solo parcial y en ocasiones se
mantienen ciertas conexiones con la realidad. El sueño es,
al caso de las comunicaciones telemáticas, como si se desactivaran
los sistemas de comprobación de error (el bit de paridad),
de modo que, la información transmitida por paquetes (ideas,
recuerdos), puede aparecer fragmentada y con cierta desestructuración.
El sueño es en cierto modo otra realidad, pero una realidad
creada por nuestro cerebro. Por cierto Jorge... ¿Sabías
que también se dice CELEBRO? A mí me resultó curioso.
La muerte ...
y otras realidades |
Incluso en el caso de la muerte, o más concretamente,
del paso de la vida a la muerte, parece ocurrir (lo mismo,
o algo similar), el cerebro entra una confusión generalizada
mientras se produce el proceso de apagado, en este caso
definitivo, absoluto e irreversible. De ello se deduce que
gente que "ha vuelto a la vida" en casos de accidentes,
operaciones, etc., han vivido experiencias similares a la
proyección astral, algunos han visto su cuerpo desde arriba,
creyendo que su alma abandonaba su cuerpo. Otros han sentido
que estaban tumbados oyendo a sus seres queridos, sin verlos
ni sentir contacto físico alguno con el entorno y sin poder
moverse ni hablar, también los hay que han confundido la
luz cegadora de la mesa de operaciones del quirófano con
un ente divino que se acerca para guiarlos en su nuevo camino
a la vida eterna, y a veces incluso hablando, dada la capacidad
permanente del cerebro (en su afán innato por analizar e
interpretar todo lo que procesa; señales inputs) de construir
escenas en las que integrar las señales externas percibidas,
como en el ejemplo de los sueños que te he comentado antes,
en los que aparecen integradas señales percibidas desde
el mundo "real". Yo también he conocido experiencias
de este tipo por familiares muy cercanos antes de fallecer,
y hay documentadas alucinaciones y experiencias de lo más
diversas, pero pienso sinceramente que el cerebro también
está detrás de todas estas "realidades".
Otro dato relevante relacionado con las apariciones
es que todas (la inmensa mayoría) se producen por la noche
cuando vamos a dormir (o dormidos), en los pies de la cama,
en la cuando ya estamos penumbra u oscuridad de alucinaciones
recreadas por nuestro propio la habitación, etc. A mi juicio
son cerebro.
Creo que incluso, en el caso del psicoanálisis,
-el cual ha sido ya descartado por la mayoría de psicólogos
precisamente por falta de fidelidad en los resultados y
al parecer por crear una fuerte dependencia del paciente
hacia el psicoanalista- el propio psicoanalista puede acabar
guiando de forma involuntaria las recreaciones y fantasías
del paciente creando falsas realidades de subjetiva interpretación
y sin objetividad valorable, autosugestionadas por el propio
sujeto paciente o por el propio psicoanalista. De este modo,
embaucado por el poder de la sugestión hipnótica el paciente
puede acabar construyendo falsas realidades que jamás existieron
más que en su imaginación, entremezclando sin demasiado
sentido recuerdos e ideas como si de un sueño se tratase.
Algo muy similar a soñar despierto.
Pero entonces... ¿Son tan distantes nuestras posturas?
Aunque a primera vista pueda parecerlo, no creo
que lo sean tanto. Partiendo de la base de que todas, si
excepción, son realidades al fin y al cabo. Las realidades
paralelas de las que tú hablas existen y son innegables,
están ahí, por eso un esquizofrénico paranoide con trastorno
bipolar en un brote psicótico puede ver burros volando tan
reales como tú y como yo, u oír una firme voz ordenarle
que debe matar a alguien por tratarse del mismo satanás,
sin embargo, no puedo encontrar en ellas el trasfondo espiritual
en el que tú pareces coincidir con la mayoría de personas
que han vivido estas experiencias, aunque por otro lado,
esta divergencia de posturas tampoco impide que coincidamos
en que un control de dichas "realidades" de forma
voluntaria, como es el caso de las ensoñaciones por ejemplo,
supondría una auténtica puerta a una nueva realidad que
podría llevarnos a vivir experiencias increíbles y totalmente
nuevas para el ser humano, muy positivas por ejemplo en
sentido terapéutico. Se me antoja ahora que podría emplearse
esta "puerta" en terapias que ayuden a superar
la pérdida irreparable de un ser querido mediante "encuentros
virtuales".
En este sentido, en el de los "encuentros
virtuales", aunque la realidad virtual y la inteligencia
artificial están aún bastante lejos de alcanzar este nivel,
sí creo que sería posible lograr estos encuentros en realidades
paralelas a través de las ensoñaciones, en las que nuestro
propio cerebro podría construir toda una realidad paralela
junto a los seres fallecidos tales como viajes, encuentros,
escenas de la vida cotidiana como comidas, juegos, charlas,
etc.) utilizando para ello información almacenada en nuestra
memoria (datos sobre lugares, personas, e incluso abstracta,
etc.) y creando nueva información e historias que también
pasaría a nuestro banco de recuerdos. Estas nuevas escenas
que el cerebro podría proyectar (tal vez por algún mecanismo
de inducción) durante el sueño, podrían llevarnos a vivir
una nueva realidad paralela en toda regla. Seguro que ir
a dormir no volvería a ser lo mismo para nadie si pudiésemos
controlar en lo más mínimo, el desarrollo de ensoñaciones.
En este sentido debería explorarse (aunque seguramente
nunca podamos alcanzar un control total sobre una funcionalidad
del cerebro a ese nivel) la investigación, además, siempre
creo que el estudio y la búsqueda de respuestas en un campo
acaba arrojando muchas otras luces por el camino que de
otra manera permanecerían enterradas de forma indefinida.
Sin duda un área multidisciplinar donde disciplinas como
la psicología (biopsicología), neurología, farmacología
y psquiatría, podrían trabajar codo con codo en pos de objetivos
comunes. El control de los sueños probablemente siga perteneciendo
a la ficción, pero podría abrir sin duda un mundo en el
tratamiento de patologías y desordenes de orden psicológicos,
y que duda cabe que en el espacio del ocio.
Con todo esto quiero decir que las realidades paralelas
existen, están ahí, y aunque yo las entienda como distorsiones
perceptivas no dejan de ser tan reales como cualquier otra,
pues la propia realidad "modelo", "estándar"
ó "estadística" cómo tú la defines, no es más
que una interpretación cerebral concreta y determinada de
los estímulos recibidos y contrastados con nuestro banco
de datos de la experiencia (memoria). A veces pienso, y
este es otro tema interesante, que somos todo memoria, pues
todo el aprendizaje de un ser humano, incluidas sus propias
realidades, se almacenan en el gigantesco banco de datos
de la memoria.
Bueno, ya resumiendo, si bien todo lo que te he
contado no es más que una reflexión construida desde una
perspectiva propia y desde mi escaso conocimiento sobre
el cerebro humano, lo que sí quisiera dejarte claro es mi
profunda creencia de que cualquier realidad es construida
por nuestro "masa gris", igual que pienso que
de algún modo cada cerebro, y por ende cada persona como
extensión de éste, aunque pueda compartir espacio y tiempo
con otras personas, vive una realidad diferente producto
de un procesamiento e interpretación único y exclusivo,
o sea que, la realidad perceptiva de cada ser humano es
única debido a que su cerebro es único. Incluso una misma
persona en circunstancias aparentemente idénticas puede
percibir realidades diferentes, por ejemplo, si durante
una comida ingerimos una cantidad de alcohol algo superior
a la habitual (vino, cerveza, etc.) podemos comenzar a ver
las cosas de otro modo distinto provocando cambios en nuestro
estado de ánimo, de algún modo el alcohol como droga nos
lleva a percibir una "realidad diferente" de nuestras
vidas, aunque probablemente, en el caso de la ingesta de
alcohol y cualquier otra droga, luego siga un decaimiento
de la euforia acompañado de una desagradable cefalea y de
una realidad mucho menos "idílica". Una vez más
hablo por experiencia propia, experiencia que casi todo
el mundo habrá experimentado en alguna ocasión.
De verdad Jorge, las conclusiones a las que llego
tal vez puedan parecerte algo simplistas y no sé si lo mío
será agnosticismo, miopía intelectual o espiritual, pero
no puedo dejar de ver un trasfondo físico-químico y una
base fisiológica en todas las realidades, en todo lo que
nos ocurre desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte.
Este es mi punto de vista, mi realidad, y de paso quiero
agradecerte que me hayas planteado este asunto de las realidades
pues como siempre me ha servido para poner en orden ideas
que andaban por ahí perdidas, en los recovecos de mi masa
gris, pues también estoy convencido de que detrás de todas
estas realidades no sólo se encuentra nuestro cerebro sino
también nuestro profundo y casi absoluto desconocimiento
sobre él.
Un abrazo muy fuerte amigo Jorge."

Fdº.: Rafael Lomeña Varo.
UNED Madrid © 1988 - Psicología experimental.
Pío Tudela Garmendía © 1988
Editorial Centro
de Estudios Ramón Areces, S.A. © 2002 Cognición
humana. Mente, ordenadores y neuronas.
Antonio Crespo © 2002
Ed. Prentice Hall
Aprendizaje y cognición.
Thomas Hardy Leahey & Richard Jackson Harris ©
1998
*Traducción: Ana M. Rubio Díez *Revisión técnica:
Matías López Ramírez
Ed. Prentice Hall
Neuroanatomía.
Jhon H. Martin © 1998
*Traducción: Carlos Fernández Frías
Ediciones B
GRUPO ZETA LA MÁQUINA PENSANTE. El cerebro humano
y la inteligencia artificial.
Jim Jubak © 1993
*Traducción: Gema Moral Bartolomé
Ed. Prentice Hall
Biopsicología.
Jhon P.J. Pinel © 2002
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